El Área 51 es uno de los lugares más enigmáticos y fascinantes del planeta. Ubicada en el desierto de Nevada, esta base militar secreta ha sido objeto de innumerables teorías de conspiración, historias de extraterrestres y especulaciones sobre tecnología avanzada. Popularizada por películas, series y libros, el Área 51 se ha convertido en un ícono de la cultura pop y un símbolo del misterio y lo desconocido.
Historia del Área 51
El Área 51 fue establecida en 1955 por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como un sitio de pruebas para aviones espía. Situada cerca del Lago Groom, la ubicación remota y aislada del Área 51 la hacía ideal para llevar a cabo pruebas de aeronaves sin interferencias ni miradas curiosas.
Durante la Guerra Fría, el Área 51 se convirtió en un centro neurálgico para el desarrollo de proyectos de aviación secreta. El propósito inicial de la base era probar y desarrollar el avión espía U-2, que jugó un papel crucial en la vigilancia de la Unión Soviética. Posteriormente, se llevaron a cabo otros proyectos secretos, como el avión espía A-12 OXCART y el famoso SR-71 Blackbird.
Teorías de conspiración
El misterio que rodea al Área 51 ha dado lugar a una serie de teorías de conspiración. Una de las más populares es la creencia de que el gobierno de los Estados Unidos está ocultando evidencia de vida extraterrestre y ovnis en la base. Este mito se popularizó tras el incidente de Roswell en 1947, cuando se informó de un objeto volador no identificado que se estrelló en Nuevo México.
Los teóricos de la conspiración creen que los restos del ovni y los cuerpos de los extraterrestres fueron transportados al Área 51 para ser estudiados en secreto. Además, se especula que la base es el sitio de desarrollo de tecnología avanzada obtenida de civilizaciones extraterrestres.
Otras teorías incluyen experimentos secretos con tecnología de vanguardia, investigaciones sobre viajes en el tiempo y el desarrollo de armas avanzadas. Aunque la mayoría de estas teorías carecen de pruebas concretas, han alimentado el misterio y la fascinación en torno al Área 51.
Desclasificación y datos oficiales
En los últimos años, el gobierno de los Estados Unidos ha desclasificado varios documentos relacionados con el Área 51, proporcionando un vistazo a las actividades que se llevan a cabo en la base. En 2013, la CIA reconoció oficialmente la existencia del Área 51 y desclasificó documentos que detallan el programa U-2 y el desarrollo del avión espía A-12 OXCART.
Estos documentos revelan que el propósito principal del Área 51 era llevar a cabo pruebas de aviones espía y tecnologías de vigilancia. No obstante, la falta de información sobre otros proyectos ha mantenido viva la especulación y las teorías de conspiración.
Impacto cultural
El Área 51 ha dejado una marca indeleble en la cultura popular. Ha sido el tema de numerosas películas, series de televisión y libros que exploran el misterio y las teorías de conspiración asociadas con la base. Películas como “Independence Day” y “The X-Files” han contribuido a la fascinación del público con el Área 51 y los ovnis.
Además, el Área 51 ha dado lugar a eventos y turismo. En 2019, un evento de Facebook llamado “Storm Area 51, They Can’t Stop All of Us” atrajo la atención mundial, con miles de personas interesadas en invadir la base para descubrir la verdad sobre los extraterrestres. Aunque el evento se convirtió en un festival pacífico en lugar de una invasión, destacó el continuo interés y la curiosidad en torno al Área 51.
El Área 51 hoy
Hoy en día, el Área 51 sigue siendo una instalación militar activa. Aunque la información sobre las actividades actuales en la base es limitada, se sabe que continúa siendo un sitio de pruebas para tecnología avanzada y aeronaves. Recientemente, ha habido declaraciones oficiales que indican que el Área 51 también juega un papel en el desarrollo de drones y otras tecnologías de vigilancia modernas.
A pesar de los avances en la transparencia gubernamental, el Área 51 sigue siendo un lugar de misterio y especulación. La falta de información concreta sobre las actividades en la base asegura que continuará siendo un tema de interés y debate para el público.
Conclusión
El Área 51 es más que una base militar; es un símbolo del misterio, la especulación y la fascinación humana por lo desconocido. Desde sus orígenes en la Guerra Fría hasta su papel en la cultura popular moderna, el Área 51 ha capturado la imaginación de millones de personas en todo el mundo. Ya sea que creas en las teorías de conspiración o no, no se puede negar que el Área 51 ha dejado una marca indeleble en la historia y la cultura global.
El pasado viernes 14 de julio de 2017, dentro del inicio del ciclo Encuentro Cercanos Culturales, estuvimos presentes en la conferencia que brindó el estudioso Javier Stagnaro titulada “Mitos y Verdades del Mundo Subterráneo”. Miembro desde el año 1987 del Centro Argentino de Espeleología, Stagnaro es estudioso de diversos temas como el fenómeno Ovni, la Parapsicología, la Radiestesia y la Geobiología. En 1974 conoce al Profesor en Parapsicología y Ovnilogía, Pedro Romaniuk, con quien colabora realizando ilustraciones para algunas de sus obras. En 1976, con el grupo Maran-Athá, se afinca en la localidad de El Bolsón, Prov. de Río Negro, donde establecen una filial del I.C.I. (Instituto Cosmobiofísico de Investigaciones Paranormales, Extraterrestres y Atómicas) dirigido por el citado Romaniuk. Desde 1982 participa como disertante sobre el fenómeno Ovni en Congresos Nacionales e Internacionales de Ufología. Es autor de la Revista (Boletín Ufológico): “OVNIS / UFOS: ARMAS SECRETAS” y “GENIOS PRECURSORES” (1989-1997), donde documenta los proyectos aeronáuticos de naves discoidales desarrolladas en nuestro planeta a lo largo de la historia, siendo uno de los primeros trabajos monográficos de habla hispana en esta especialidad. Ha participado en diversas expediciones a cavernamientos en la Cordillera de los Andes de la República Argentina, donde ha realizado además, estudios en todas las disciplinas de su interés. En 1994 es invitado a ingresar como miembro activo a la Comisión de Estudios de Fenómenos Especiales (C.E.F.E.), dependiente del Ministerio de Defensa de la Nación Argentina, patrocinado por el CITEFA (Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas), en calidad de investigador del fenómeno OVNI, archivista y Relaciones Públicas con el Periodismo. Es autor del libro: ”Austerria: Los Túneles de Agharta en América”, del cual nos habla en la conferencia que les ofrecemos a continuación:
Geeorge Van Tassel nació en Jefferson , Ohio en 1910 y creció en una familia de clase media bastante próspera. Terminó la escuela secundaria en el décimo grado y tuvo un trabajo en un pequeño aeropuerto municipal cerca de Cleveland ; también adquirió una licencia de piloto privado . A los 20 años se mudó a California , donde al principio trabajó como mecánico de automóviles en un garaje propiedad de un tío.Mientras bombeaba gasolina en el garaje, conoció a Frank Critzer, un excéntrico solitario que decía estar trabajando en una mina en algún lugar cerca de Giant Rock , una roca de 7 pisos cerca de Landers, California, en el desierto de Mojave . Frank Critzer era un inmigrante alemán que intentaba ganarse la vida en el desierto como prospector. Durante la Segunda Guerra Mundial , Critzer estaba bajo sospecha de ser un espía alemán y se suicidó por una explosión de dinamita durante un asedio policial en el Rock en 1942. Al recibir la noticia de la muerte de Critzer, Van Tassel solicitó el arrendamiento del pequeño aeropuerto abandonado cerca de Giant Rock de la Oficina de Administración de Tierras, y finalmente se le otorgó un contrato con el gobierno federal para desarrollar y mantener la pista de aterrizaje.
Van Tassel se convirtió en mecánico aeronáutico e inspector de vuelo que, en varias ocasiones, entre 1930 y 1947 trabajó para Douglas Aircraft , Hughes Aircraft y Lockheed . Mientras estuvo en Hughes Aircraft, fue su inspector de vuelo superior. En 1947, Van Tassel dejó la floreciente industria aeroespacial del sur de California para vivir en el desierto con su familia. Al principio, vivió una existencia simple en las habitaciones que Frank Critzer había excavado debajo de Giant Rock. Van Tassel finalmente construyó una nueva casa, un café, una gasolinera, una tienda, una pequeña pista de aterrizaje y un rancho para turistas al lado del Rock.
Integratron
El Integratron es un edificio diseñado por el ufólogo George Van Tassel. Según su constructor, su propósito original era el de servir como instalación para realizar estudios sobre el rejuvenecimiento, la antigravedad y los viajes en el tiempo. Es un tholos construido con madera, fibra de vidrio, vidrio, concreto y una serie de metales no ferromagnéticos. Van Tassel construyó la estructura en Landers, California, según afirmó, siguiendo las instrucciones que supuestamente un visitante del planeta Venus le habría dado. La construcción fue financiada principalmente por donaciones provenientes de distintas personas, entre ellas Howard Hughes. Después del fallecimiento de Van Tassel en 1978, el edificio tuvo varios dueños, hasta que a principios de la década de los 2000 las hermanas Joanne, Nancy y Patty Karl lo compraron. Las hermanas Karl ahora promueven el Integratron como una estructura con acústica perfecta y declaran que actualmente es objeto de estudio para diversos campos como arquitectura, neuroacústica, música, curación por energía, medicina alternativa y espiritualidad. El edificio está abierto al público en determinadas ocasiones, normalmente incluyendo una presentación de las hermanas Karl realizando “baños de sonido” (sesiones de meditación acompañadas con música de cuencos de cuarzo).
Convenciones y organizaciones
Van Tassel fue un contactado clásico de la década de 1950 en el molde de George Adamski , Truman Bethurum , Daniel Fry , Orfeo Angelucci y muchos otros. Fue anfitrión de la “Convención de naves espaciales de Giant Rock” anualmente junto a la Roca, de 1953 a 1978, que atrajo en su apogeo en 1959 hasta 10,000 asistentes. Los huéspedes viajaron al desierto en automóvil o aterrizaron en aviones en la pequeña pista de aterrizaje de Van Tassel, llamada Giant Rock Airport.A lo largo de los años, todos los contactados famosos de la época se presentaron personalmente en estas convenciones, y muchas más no tan famosas. Las referencias a menudo afirman que el primer y más famoso contactado, George Adamski, boicoteó deliberadamente estas convenciones; sin embargo, Adamski asistió, de hecho, a la tercera convención, celebrada en 1955, donde dio una conferencia de 35 minutos y fue entrevistado por Edward J. Ruppelt , una vez jefe del Libro Azul del Proyecto de la Fuerza Aérea . Aparentemente, fue la única convención de este tipo a la que Adamski asistió.Van Tassel fundó una organización de investigación en metafísica llamada El Ministerio de Sabiduría Universal y El Colegio de Sabiduría Universal para codificar las revelaciones espirituales que ahora recibía regularmente a través de las comunicaciones con la gente del Espacio.
Publicaciones
El libro de Van Tassel, I Rode A Flying Saucer (1952, 1955), relata sus afirmaciones de recibir “sabiduría cósmica” de “Solgonda” y un gran número de otras personas del espacio. Entre sus otras obras se encuentran Into This World and Out Again (1956), The Council of Seven Lights (1958), Religion and Science Merged y When Stars Look Down .
Son muchos los que a lo largo de los años han afirmado presenciar la visita y, en ocasiones, incluso un secuestro por parte de alienígenas. Supuestos hechos paranormales que pocas veces se pueden refutar con evidencias.
La última en hacerlo ha sido una mujer británica, quien afirma que ha sido abducida por los extraterrestres más de 50 veces y que encima lleva moratones como prueba de ello.
“La primera vez que vi una nave fue en 1982. Estaba en el bosque y estaba completamente en silencio. Pude ver lo que parecía una forma de boomerang con un brazo extra. Cada brazo tenía una luz al final. Recuerdo dos de las luces, una era azul y la otra verde, pero no puedo recordar la tercera”.
La británica comenta que desde entonces las abducciones han seguido sucediendo a lo largo de los años: “He experimentado 52 incidentes paranormales. No hay ninguna advertencia y no puedo intuir cuándo va a pasar. Solo pasa. Lo único que puedo hacer es continuar mi vida con normalidad, si no me volvería loca”.
Aun así recuerda lo que supuestamente vio en una de las naves: “Me mostraron una presentación en diapositivas de un paisaje que tenía un hermoso río, aunque luego se volvió negro. El cielo azul se puso rojo sangre y pronto me di cuenta de que era una película de la Tierra siendo destruida por la codicia del hombre”.
Lo único que tiene como prueba son sus moretones, ya que afirma haber regresado a casa con un hematoma triangular en la cara y huellas dactilares en el brazo.
Mi obsesión por el espacio/tiempo me lleva a expandir mi imaginación. Me intriga saber porque recorrer una distancia lleva tiempo. Trasladarse de un un punto a otro requiere tiempo. Por eso el tiempo en la vida es tan importante porque mientras transcurre nos movemos, en ese movimiento tomamos decisiciones. ¿Podrán revertirse esas decisiones?¿Se puede viajar en ese tiempo? ¿O solo se puede acelerar el tiempo y viajar al futuro?
Primero repasamos algunas definiciones y después juguemos con la imaginación.
Según Albert Einstein el tiempo es relativo, depende de la velocidad a la que se mueve en el espacio un observador, por lo cual se considera que es parte de un compuesto llamado tiempo-espacio. Para otros físicos el tiempo no existe más que en la mente. Para muchos filósofos el tiempo es creado por la mente tras tomar consiciencia de los acontecimientos, designar días, meses, años. Es la construcción mental basada en la observación. El tiempo es una flecha que va hacia delante donde es necesario partir de un comienzo, el big bang, la génesis, para poder comprenderlo siempre necesitamos un inicio. El concepto de la nada o el vacío es difícil de comprender desde nuestra perspectiva humana, donde existe un sol que da comienzo al día y una luna donde determina la noche, el fin y el reseteo de una jornada. Difícil comprender los sucesos del espacio donde la física escapa a los conceptos aprendidos en las condiciones gravitacionales de la tierra. Según el filósofo Manly P Hall “el tiempo nace de la mente observando el espacio”, el tiempo es el espacio autoreflexivo de la mente. Hay un libro escrito por el suizo Carl Gustav Jung llamado sincronicidad donde plantea que fenómenos como la astrología o la telepatía podrían explicarse no tanto como un fenómeno de energía sutil sino atravez del concepto Unus Mundi, la unidad de la mente y el espacio-tiempo. La simultaneidad cuenta la causa y efecto en función a la energía que los convoca. La relatividad del espacio-tiempo está psíquicamente condicionada.
Para el budismo la conciencia de la mente de despliega como el tiempo. La conciencia es el aspecto condicionado de la mente. El tiempo puede ocurrir como un instante o muchos eones, pero que el tiempo sea corto o sea largo depende de los hábitos de un ser. Aunque se hable de un tiempo exacto, el tiempo exacto no existe. El tiempo depende siempre de los hábitos de percepción de tiempo de los seres, incluyendo los consensos sobre qué ocurrió antes o qué ocurrirá después. La historia es creada a partir de lo que es acordado por la mayoría de las personas de un cierto lugar y un contexto en común, no existe un tiempo que pueda ser fijado.
Saliendo de los conceptos ya formados que nos promueve Google y volviendo a la imaginación el tiempo puede ser aveces un enemigo , alguien que nos presiona e insita a cumplir nuestros objetivos, nos carga de ansiedad y responsabilidad, las redes sociales nos obligan a pertenecer o a participar. En fin, que no se nos acabe el tiempo para ser felices……
Este artículo fue publicado originalmente en julio de 2004 en el número 28 de la revista La Nave de los Locos.
Episodio ya legendario en lo que se refiere a apariciones marianas, las manifestaciones de la Virgen a tres pastorcillos en una villa portuguesa en 1917 es un hecho aceptado como tal por la Iglesia Católica. Sin embargo, desde la década de los sesenta investigadores y estudiosos de fenómenos anómalos han advertido que algunas características de las apariciones de Fátima son típicas de encuentros cercanos con OVNIs.
De que algo sucedió en Fátima en 1917 no hay duda. Al escuchar mencionar el nombre de dicha localidad portuguesa todos evocamos las apariciones de la Santísima Virgen María a tres humildes pastorcillos y es por eso que hoy ese pueblo es famoso y recibe anualmente a miles de peregrinos de todo el mundo. “Y entonces, ¿qué tienen que ver las apariciones de Fátima con los Objetos Voladores No Identificados?”, se preguntará usted. Pero lo cierto es que si examinamos las apariciones y las comparamos con algunas características de avistamientos modernos de OVNIs, las semejanzas son notables. Aquí es preciso aclarar que cuando hablo de “OVNI” no me refiero a “vehículo extraterrestre”, que es la acepción con la que la mayoría de la gente relaciona esa sigla, sino que me refiero a un fenómeno real que parece estar guiado por algún tipo de inteligencia o forma de conciencia cuyo origen —sea cual sea éste— aún nos es desconocido. Tampoco es mi intención pasar a llevar las creencias religiosas de nadie (yo mismo soy católico practicante). Sólo deseo revisar un episodio mariano clásico desde un punto de vista original y diferente, que podría arrojar algunas luces sobre aquello que llamamos “lo divino”.
La Señora de Fátima
Tal como nos relata el historiador, investigador y periodista alemán Michael Hesemann en su libro The Fatima Secret(1), el domingo 13 de mayo de 1917, temprano, Lúcia dos Santos y sus primos Francisco y Jacinta Marto fueron a misa, como hacían siempre, tras lo cual partieron a hacer pastar a sus ovejas, porque a eso se dedicaban a diario. Lúcia (no “Lucía”, como la mencionan en algunas publicaciones) tenía diez años, Francisco estaba a punto de cumplir nueve y su hermana Jacinta tenía sólo siete años. Los tres pertenecían a familias campesinas, vivían en el pequeño poblado de Aljustrel, que forma parte de la villa de Fátima, y al igual que gran parte de la población rural portuguesa de 1917, eran analfabetos y fervientemente católicos. Aquel día llevaron a pastar a las ovejas que estaban bajo su cuidado a un lugar llamado Cova da Íria (literalmente, “la Cueva de Irene”, antigua santa local), una depresión pastosa de 450 metros de diámetro, rodeada de montañas y localizada a 3,2 kilómetros de Fátima. Poco después de haber terminado su colación del mediodía, los pastorcillos fueron sorprendidos por un súbito relámpago. A pesar de que estaba despejado, los niños pensaron que el clima podría cambiar repentinamente, así es que Lúcia pensó que sería mejor volver al pueblo. Francisco y Jacinta estaban listos para seguirla, pero apenas voltearon para comenzar su camino de regreso, otro relámpago rasgó el cielo. Entonces, los niños miraron hacia el lugar de donde había provenido el rayo y se quedaron sobrecogidos por lo que vieron. Allí, a apenas un metro y medio de distancia, flotaba sobre una pequeña encina una “señora” vestida completamente de blanco, “más resplandeciente que el Sol”, como la describió Lúcia. Según relataron posteriormente los jóvenes videntes, la Señora aparentaba unos 18 años, medía alrededor de un metro 20 de estatura y tenía ojos oscuros. Sus ropas consistían en un largo vestido blanco y en una capa con capucha que le cubría la cabeza. Sus manos estaban juntas, como en plegaria, y sostenían un rosario de brillantes cuentas blancas, terminado en una cruz de plata. Usaba un largo collar que le llegaba hasta la cintura y del que colgaba un pendiente redondo.
—“No tengan miedo. No les voy a hacer daño”— les dijo la aparición, en portugués.
—“¿De dónde sois?”— le preguntó Lúcia.
—“Soy del Cielo”— respondió la Señora.
—“¿Y qué estáis haciendo en este mundo?”— volvió a preguntar la niña.
—“Estoy aquí para pedir que vengan a este lugar el decimotercer día de cada mes durante los próximos seis meses, a esta misma hora. Entonces les diré quién soy y qué quiero. Después de eso, vendré una vez más, por séptima vez”— fue la respuesta de la Señora.
A esto siguió un breve diálogo en el que Lúcia preguntó si ella y sus pequeños primitos irían al cielo, a lo que la Señora respondió afirmativamente, y también preguntó si la guerra seguiría durante mucho tiempo más (recordemos que la Primera Guerra Mundial estaba en curso), a lo que la aparición contestó que “no podría decírselo ahora, así como tampoco puedo decir qué es lo que quiero”. Entonces, la entidad preguntó a los pastorcillos si estaban dispuestos a ofrecerse a Dios y a aceptar los sufrimientos que Él les enviaría para ayudar a resarcir los pecados del mundo, a lo que Lúcia respondió afirmativamente, por ella y por sus compañeritos. Finalmente, la Señora les pidió que rezaran el rosario a todos los días “para terminar la guerra y traer la paz al mundo”. Entonces comenzó a elevarse lentamente y se dirigió hacia el este, tras lo cual desapareció cuando estaba muy lejos. “Cuando la visión comenzó a desaparecer, (los niños) escucharon una detonación sorda, ‘como un cohete explotando en la distancia’ o como una especie de trueno subterráneo que provenía de la encina… Se quedaron petrificados, mirando en la dirección hacia donde había ido la Señora. Les tomó algo de tiempo volver a tomar conciencia del mundo real”, escribe Hesemann(2).
Segunda y tercera visita
Jacinta, la más pequeña de los videntes, no pudo mantener silencio y relató lo sucedido a su madre. Ella dudó de la historia de su hija, a pesar de que ésta fue corroborada por Francisco. Al poco tiempo el rumor comenzó a esparcirse por el pueblo y el 13 de junio cerca de 50 lugareños acompañaron a los niños a Cova da Íria a su segundo encuentro con la Señora. Ella apareció al igual que en la ocasión anterior, flotando sobre la misma encina luego de que un relámpago señalara su llegada. En aquella oportunidad, la entidad volvió a pedir a los niños que rezaran el rosario diariamente y además les pidió que aprendieran a leer y a escribir. También profetizó la temprana muerte de Francisco y Jacinta. Testigos de este encuentro dijeron haber escuchado la voz de Lúcia y un “murmullo misterioso” como respuesta. María dos Santos Carreira, una lugareña, describió este sonido “como si escuchara una voz a la distancia, algo como el zumbido de una abeja”, pero no pudo distinguir palabras(3).
Así pasó otro mes, durante el cual la historia de las apariciones se propagó aún más y los pequeños videntes tuvieron que enfrentar tanto el interés de curiosos como los ataques de escépticos. El 13 de julio de 1917, los tres niños fueron acompañados por una concurrencia de alrededor de cuatro mil 500 personas(4). Alguien había colocado un arco de madera con una cruz en él para marcar el sitio de las apariciones. Los pastorcillos llegaron al lugar y comenzaron a rezar el rosario. Al poco rato Lúcia anunció la llegada de la Señora. Manuel Pedro Marto, el padre de Francisco y Jacinta, recordó haber visto sólo una pequeña nubecilla gris sobre la encina, pero al mismo tiempo notó que “el calor había disminuido y soplaba una suave brisa, algo inusual en pleno verano” y posteriormente escuchó “un zumbido, pero no pude distinguir palabras”(5). Lúcia se quedó mirando en éxtasis a la Señora, en silencio, a tal punto que Jacinta se impacientó y le dijo “¡Lúcia, di algo! ¿Que no ves que la Señora está aquí y quiere hablarte?”. Entonces Lúcia se dirigió a la aparición con la misma frase con la que comenzaba sus peculiares entrevistas con la entidad: “¿Qué es lo que vuestra Merced desea de mí?”.
La Señora volvió a solicitarles que acudieran el día 13 de cada mes y que continuaran rezando el rosario para traer paz al mundo y el fin de la guerra. Lúcia recordó que algunos peregrinos le habían pedido que rogara a la Madre de Dios por ayuda y cura. “Me gustaría pedirle que nos diga quién es Usted y que realice un milagro para que todos crean que Usted se nos aparece”, le dijo la niña. “Sigan viniendo todos los meses. En octubre les diré quién soy y qué quiero y también realizaré un milagro, de modo que todos quienes lo vean, crean”, contestó la Señora. Después de prometer el milagro para octubre, a los niños (por lo que parece, sólo a Lúcia y Jacinta) les fueron revelados los que llegaron a ser conocidos como los Tres Secretos de Fátima. Este es un tema que por sí solo daría para escribir un extenso artículo, así que no me referiré a él en detalle. Sólo diré que el Primer Secreto fue una visión del infierno y el Segundo, la revelación de que la guerra terminaría, pero que “si la gente no deja de ofender a Dios, otra guerra más terrible aún comenzará durante el reinado de (el Papa) Pío XI” y que para impedir que eso sucediera, Ella vendría a solicitar la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, porque, de otro modo, “Rusia propagará sus errores por el mundo, comenzando guerras y persiguiendo a la Iglesia”(6). El Tercer Secreto de Fátima estuvo envuelto en el misterio durante décadas porque fue una de las informaciones más celosamente guardadas por el Vaticano. Muchas leyendas alarmistas circularon en torno a él, pero finalmente la Santa Sede entregó una versión en 2000, que hablaba del asesinato de un “obispo vestido de blanco” y de otros dignatarios de la Iglesia. Lúcia y los miembros del clero con los que compartió el Secreto creían que el “obispo vestido de blanco” era el Papa, y Juan Pablo II está convencido de que la Virgen de Fátima le salvó la vida durante el atentado que sufrió el miércoles 13 de mayo de 1981 (cuando se cumplían exactamente 64 años desde la primera aparición de la Señora) en la Plaza de San Pedro, en Roma, y que de ese modo cambió su destino. Pero volviendo a los eventos del 13 de julio de 1917, después de confiar las tres profecías, la Señora se retiró. En ese momento “escuchamos un fuerte trueno y el pequeño arco de madera, del que colgaban dos linternas, tembló como si se hubiera producido un terremoto. Lúcia, que aún estaba de rodillas, brincó rápidamente, apuntó hacia el cielo y gritó ‘¡Allá va! ¡Allá va!’”, relató posteriormente Manuel Pedro Marto(7).
El secuestro de los videntes
Los incidentes en Cova da Íria comenzaron a ser publicados en los periódicos de Portugal, llamando la atención de más fieles y curiosos, pero también de más escépticos. Uno de los principales enemigos de las apariciones fue Arturo d’Oliveira Santos, masón, editor de un periódico republicano local y alcalde de Vila Nova da Ourém, a cuyo distrito pertenece Fátima. Tres días antes de la cuarta aparición, Santos se reunió con los padres de los videntes y con Lúcia, sin conseguir que la niña le revelara el Tercer Secreto. El 13 de agosto en la mañana acudió al lugar de las apariciones —donde se habían congregado unas 18 mil personas(8)— y, tras engañar a los niños, los llevó a Ourém. Fue por eso que los pequeños faltaron a su cita de agosto. Mientras los pastorcillos estaban en Ourém, en Cova da Íria un trueno, seguido por un relámpago, marcó la llegada de la Señora. Los que estaban más cerca de la encina de las apariciones se retiraron un poco, asustados, y algunos testigos dijeron haber visto una pequeña nube, muy blanca y delicada, que se posó sobre el árbol por un momento, para después elevarse y desaparecer. “Cuando miramos alrededor, todos vimos lo mismo, que volvió a suceder durante los meses venideros. Nuestros rostros reflejaban los colores del arcoiris: rosa, rojo y azul. Los árboles parecían tener brotes en vez de hojas, como si cada hoja se hubiera transformado en una flor. La tierra brilló con todos los colores, al igual que las nubes…”, escribió posteriormente María Carreira(9).
Según el autor franco-estadounidense Jacques Vallée, astrónomo, doctor en ciencias de la computación y uno de los ufólogos (de UFO, la sigla inglesa para OVNI) más lúcidos, influyentes y respetados, durante una investigación canónica sobre los hechos del 13 de agosto de 1917, Manuel Pedro Marto declaró bajo juramento haber visto claramente un “globo luminoso girando por las nubes”. “Los testigos también presenciaron la ‘caída de flores’, el famoso fenómeno de los ‘cabellos de ángel’ tantas veces reportado luego del paso de un OVNI e interpretado a veces como un efecto de ionización”, agrega Vallée (10). Mientras tanto, los videntes aún se encontraban secuestrados en Ourém. Cuando se dio cuenta de que los pequeños no le confiarían su secreto, Santos los llevó de vuelta a Fátima el 15 de agosto. Cuatro días después, mientras hacían pastar a sus ovejas en un campo conocido como “Valinhos” (“Vallecitos”), cerca de Aljustrel, a eso de las cuatro de la tarde, la entidad se les presentó de nuevo, reiterando que no dejaran de rezar el rosario y confirmando que un “gran milagro” tendría lugar durante su última aparición. Según se supo después, al mismo tiempo que los niños tenían su cuarto encuentro con la Señora en Valinhos, en Aljustrel se registró un fenómeno atmosférico peculiar, muy parecido a lo visto en Cova da Íria el 13 de agosto. Algunos testigos —entre los que se encontraban Theresa dos Santos, hermana de Lúcia, y su marido— aseguraron que la temperatura disminuyó notablemente y que el Sol se tornó de varios colores, reflejando esos espectros en objetos cercanos y en las ropas de quienes presenciaron el fenómeno.
El encuentro de septiembre
La aparición del 13 de septiembre de 1917 fue una de las más memorables. Alrededor de 30 mil personas(11) coparon los caminos rurales que llevaban a Fátima para asistir ese día a Cova da Íria. Entre ellos se encontraban dos sacerdotes que habían acudido con una gran cuota de escepticismo para comprobar de primera mano qué estaba sucediendo en el lugar. Hesemann identifica a uno de ellos como “un alto dignatario de la Iglesia, monseñor Joao Wuaresma”(12). Hacia el mediodía reinaba un silencio que sólo era interrumpido por los murmullos de oraciones. Pero repentinamente se alzaron voces de gozo y alabanzas hacia la Santísima Virgen, mientras muchos apuntaban hacia cierto punto del cielo despejado, sin ninguna nube. “De pronto, para mi gran sorpresa, vi claramente una esfera brillante desplazándose majestuosamente por los cielos, moviéndose de este a oeste. Mi amigo (el sacerdote que lo acompañaba) también tuvo la buena fortuna de ver esta maravillosa e inesperada aparición. Repentinamente, la esfera desapareció y sólo quedó una luz muy inusual”, Hesemann cita diciendo a “monseñor Wuaresma”. Posteriormente, el testigo advirtió que una niña que estaba cerca de él aún veía la esfera y dijo que estaba descendiendo. Durante el encuentro, los pastorcillos volvieron a ver a la Señora en el centro del globo de luz, quien les reiteró que continuaran rezando el rosario, dijo que Dios estaba complacido con sus sacrificios y, ante una nueva petición de Lúcia para que curara a los enfermos, aseguró que sanaría sólo a algunos. Antes de retirarse, volvió a anunciar un milagro para octubre y después, de acuerdo al relato de monseñor Wuaresma citado por Hesemann, otro menor apuntó al cielo, gritando que la esfera se estaba retirando. “Los niños habían visto a la misma Madre de Dios, mientras que a nosotros sólo se nos permitió ver el vehículo que la trajo del cielo”, agrega el prelado(13). Tanto Vallée como Hesemann consignan que muchos de los presentes fueron testigos de la caída de “pétalos de rosa”, que desaparecían apenas llegaban al suelo.
La danza del Sol
La mañana del 13 de octubre de 1917 no parecía muy promisoria. Pero a pesar de la llovizna y de las negras nubes que cubrían el firmamento, entre 50 mil y 70 mil peregrinos llegaron a Fátima para presenciar el milagro que había prometido la Señora.
A duras penas, un grupo de creyentes locales abrió paso para que los niños llegaran hasta la encina de las apariciones. En muchos había aumentado la incredulidad porque ya era pasado el mediodía y aún no sucedía nada, cuando Lúcia aseguró que había visto el relámpago y que la Señora venía. Ante la maravillosa visión, los tres niños se arrodillaron y Lúcia preguntó por última vez a la aparición: “¿Qué es lo que vuestra Merced desea de mí?”. La entidad dijo que quería que en el lugar se construyera una capilla en su honor, tras lo cual se identificó como “la Señora del Rosario”. A continuación volvió a pedir a los pastorcillos que siguieran rezando el rosario todos los días y agregó que la guerra terminaría y que los soldados volverían pronto a sus casas. Poco después, la aparición se elevó lentamente y se perdió en dirección al Sol. Y fue entonces cuando ocurrió el fenómeno más recordado de los eventos de Fátima: la “danza del Sol”, término acuñado por el sacerdote Joseph Pelletier, autor, precisamente, del libro El Sol Danzó en Fátima —uno de los textos más completos sobre los hechos acaecidos en Cova da Íria—, en el que se basaron Vallée y Hesemann (aunque éste último no menciona sus fuentes). Sacerdotes, laicos, analfabetos, hombres de ciencia, creyentes y escépticos vieron y describieron al Sol abriéndose paso entre las nubes, realizando fantásticas evoluciones, cambiando de color y asustando a los peregrinos. La mayoría de los textos sobre el milagro de Fátima incluyen el testimonio “autorizado” de un científico, el profesor Almeida Garrett, catedrático de la Universidad de Coimbra. Según el testimonio del doctor Almeida Garrett, poco después de las 13:30 horas escuchó “gritos provenientes de miles de personas” y vio que “la muchedumbre se había retirado de la encina y ahora todos miraban en dirección opuesta, hacia el cielo”. “El Sol, que había estado escondido detrás de las oscuras nubes, salió y brilló. Miré en la misma dirección y vi al Sol, claramente definido y radiante, pero no me hirió los ojos. No estoy de acuerdo con la descripción, que escuché bastante en Fátima, de que el Sol parecía un disco de color plateado oscuro. Su color era más intenso, más claro y más brillante. No se parecía para nada a la Luna en una noche clara. No era esférico como la Luna y no tenía el mismo color. Parecía una rueda resplandeciente hecha de madreperla. Tuve la impresión de que se trataba de un ser vivo”, relata.
“Descripciones de ‘opaco’, ‘difuso’ o ‘velado’ no se aplican a este disco. (El fenómeno) irradiaba luz y calor y tenía contornos claramente definidos… El Sol no se quedó en su lugar, sino que comenzó a dar vueltas a gran velocidad. De pronto, gritos de terror se elevaron desde la multitud. Parecía como si el Sol, girando de forma salvaje, se hubiera desprendido del cielo y se dirigiera hacia la tierra, como si nos fuera a abrasar con su fuego. Esos fueron momentos terroríficos. Durante este fenómeno solar, los colores de la atmósfera fueron cambiando”, agrega el doctor Almeida Garrett, tras lo cual describe cómo los objetos y personas a su alrededor adquirían tonalidades rojizas, púrpuras, azules y amarillas, antes de que las cosas volvieran a la normalidad(14). Miles de personas gritaron y lloraron y otros se arrodillaron, confesando sus pecados a viva voz. Muchos no creyentes se convirtieron. Al cabo de alrededor de diez minutos todo había terminado. Aún incrédulos ante lo que habían visto, cientos de personas notaron que el suelo y sus ropas, hasta hacía sólo un momento empapados por la lluvia, ahora estaban secos. De esa forma, la Señora cumplió con el milagro que había prometido. También se cumplieron sus otras profecías. La Primera Guerra Mundial terminó al año siguiente, pero otra peor comenzó en 1939, el mismo año en que murió el Papa Pío XI.
Pero las profecías también se cumplieron para los pequeños videntes. Entre octubre y diciembre de 1918, Francisco y Jacinta contrajeron la influenza española. El 4 de abril de 1919, Francisco falleció a la edad de diez años, como consecuencia de una neumonía severa. Jacinta murió el 20 de febrero de 1920, sin haber alcanzado a cumplir los diez años. El 12 de septiembre de 1934 los restos de Francisco y Jacinta fueron enterrados juntos. Se dice que cuando exhumaron el cuerpo de Jacinta para realizar esta operación, se comprobó que éste se encontraba incorrupto. Ambos niños fueron beatificados por el Papa Juan Pablo II en 2000. Lúcia eligió la vida contemplativa. El 17 de junio de 1921 entró al Colegio de la Orden de Santa Dorotea, congregación en la que fue aceptada el 24 de octubre de 1925. El 13 de mayo de 1948 se unió a la Orden de las Monjas Carmelitas y vivió enclaustrada en un convento de Coimbra, al norte de Portugal, la mayor parte de su vida. En ocasiones recibió a altos dignatarios de la Iglesia y en dos o tres oportunidades salió del claustro para reunirse con el Papa durante visitas que distintos Pontífices han realizado al santuario de Fátima. La hermana María Lúcia del Inmaculado Corazón, que fue el nombre que adoptó al entrar en la Orden de las Monjas Carmelitas, falleció el domingo 13 de febrero de 2005, a los 97 años.
Fátima bajo la lupa ufológica
Para los primeros ufólogos, los cincuenta y los sesenta fueron décadas movidas, pues durante aquellos años estuvieron muy atareados reuniendo antecedentes sobre avistamientos de objetos volantes de origen desconocido —y los esporádicos informes sobre aterrizajes de los mismos— que estaban haciendo de las suyas, al parecer principalmente en Europa, Norteamérica y Sudamérica. Pero las apariciones de Fátima los inquietaban. Había algo sospechosamente familiar en los testimonios más detallados de los testigos de 1917. De ese modo, a fines de los sesenta el escritor Paul Misraki enunció la posibilidad de que la “danza del Sol” de Fátima hubiera sido obra de un “platillo volante”. La idea no parece tan descabellada si se toma en cuenta la siguiente declaración emitida por la Iglesia en octubre de 1930, luego de 13 años de laboriosa investigación sobre lo acontecido en Fátima. “El fenómeno solar del 13 de octubre de 1917, descrito en la prensa de la época, fue maravilloso y causó una gran impresión en aquellos que tuvieron la felicidad de presenciarlo… Este fenómeno, que no fue registrado por ningún observatorio astronómico y que por lo tanto no fue natural, fue visto por personas de todas las categorías y clases sociales, creyentes y no creyentes, periodistas de los principales periódicos portugueses e incluso por personas a algunas millas de distancia. Hechos que descartan cualquier explicación basada en una ilusión colectiva”(15). Es decir, la “danza del Sol” fue un fenómeno local, observado sólo desde Cova da Íria y los pueblos aledaños. Aquel día el Astro Rey no se movió desde su lugar en el espacio. A fines de los setenta, la doctora Fina d’Armada y el historiador Joaquim Fernandes, investigadores portugueses, comenzaron a indagar sobre el asunto y volcaron sus conclusiones en un libro que titularon Intervençao Extraterrestre em Fátima, tomando partido por una interpretación “extraterrestre” para explicar los eventos de Cova da Íria.
El desaparecido escritor catalán Antonio Ribera y Jordá, considerado el “padre” de la ufología iberoamericana, comenta en su libro Encuentros con Humanoides que el principal aporte de Fina d’Armada al estudio de las apariciones de Fátima es que ella investigó “de primera mano” y tuvo acceso a los “archivos Formigao”, dejados por el canónigo doctor Manuel Formigao, uno de los pocos que logró ganarse la confianza de los videntes y que el 27 de septiembre de 1917 los interrogó latamente sobre sus visiones. A partir de esa fuente, Fina d’Armada construyó un “retrato-robot” de la entidad, que no se parece mucho a la imagen “oficial” de Nuestra Señora de Fátima, la cual, según Ribera, “es obra del imaginero J. Thedim, quien se inspiró en una imagen de Nossa Senhora da Lapa y no en las descripciones de Lúcia”(16). “Entre los acontecimientos de Fátima se cuentan esferas luminosas, luces de colores extraños, una sensación de ‘ondas cálidas’, todas ellas características físicas que comúnmente se asocian con los OVNIs. Entre ellas se incluye hasta el típico movimiento de ‘caída de hoja’ del platillo que zigzaguea en el aire. Sin embargo, también abarcan curaciones y profecías y la pérdida de la conciencia ordinaria por parte de los testigos… que es lo que hemos llamado el componente psíquico de los avistamientos de OVNIs”, afirma Vallée en su análisis del caso(17). El doctor Vallée también nos recuerda que, aunque el encuentro del 13 de mayo de 1917 fue el primero entre los videntes y la Señora, sus visiones sobrenaturales comenzaron varios meses antes, especialmente en el caso de Lúcia. “En abril de 1915, cuando Lúcia tenía ocho años, se encontraba recitando el rosario cerca de Fátima cuando vio una nube blanca transparente y una forma humana. Ese episodio tuvo lugar una vez más durante ese año y se repitió una tercera vez en octubre. Pero al año siguiente, en 1916, Lúcia fue visitada tres veces por el ángel”, escribe Vallée, quien por segunda vez aborda las apariciones de Fátima en su libro Dimensions(18), el primero de una trilogía excepcional en la que el científico resume sus investigaciones y conclusiones luego de décadas de investigación del Fenómeno OVNI.
La primera visión de 1916 tuvo lugar durante el primer trimestre de ese año. Lúcia se cobijaba de la lluvia junto a dos de sus primos(19) en una cueva del monte Loca do Cabeso. Después de comer su colación, la lluvia había cesado y los niños jugaban en la entrada de la cueva, cuando escucharon el rumor de un viento poderoso —otra constante del comportamiento de los OVNIs, advierte Vallée— y vieron una luz blanca que se desplazaba por el valle, sobre la copa de los árboles. Dentro de la luz había un joven que aparentaba unos 14 o 15 años, de admirable belleza, que se acercó a ellos y les dijo: “No teman. Soy el ángel de la paz. Oren conmigo”, tras lo cual les enseñó una plegaria que los niños repitieron una y otra vez, como en trance, hasta quedar exhaustos. El segundo encuentro con el ángel ocurrió al mediodía de una calurosa jornada de verano de 1916. La entidad se les apareció de pronto, llamándoles la atención y conminándolos a rezar mucho y a hacer sacrificios en sus vidas diarias. “Los niños quedaron paralizados. Sólo cerca del crepúsculo recuperaron sus sentidos y comenzaron a jugar de nuevo. Como en el caso anterior, los testigos no quisieron discutir lo sucedido, ni siquiera entre ellos”, revela Vallée(20). Este efecto de parálisis es uno de los elementos más característicos —aunque no necesariamente constante— de los encuentros cercanos con OVNIs. El ángel se apareció a los niños una vez más durante el tercer trimestre de 1916. En esa ocasión les dio la comunión.
Bien. Tenemos evoluciones de un globo de luz, fuertes estruendos, zumbidos misteriosos, entidades luminosas, encuentros previos con un “ángel” y la caída de los fils de la Vierge, los “hilos de la Virgen” o “pétalos de rosa” vistos en Fátima, todas características asociadas con los avistamientos modernos de OVNIs, como ya se ha dicho. Pero para trazar un paralelo, revisaremos dos casos en que llovieron filamentos blancos… pero no durante una aparición de la Santísima Virgen María, sino después del paso de formaciones de OVNIs.
Las “marchas aéreas” de Oloron y Gaillac
En su libro The Truth about Flying Saucers(21), el difunto ingeniero en sonido, matemático y escritor científico francés Aimé Michel, un verdadero pionero en el estudio de informes sobre avistamientos de OVNIs, relata dos apariciones de objetos desconocidos en el sudoeste de Francia, que dejaron a su paso “hilos de la Virgen” o “telarañas”, como él las llama. El primero de estos avistamientos tuvo lugar el 17 de octubre de 1952 en la ciudad de Oloron, a las 12:50 horas. Michel cita el testimonio del señor Yves Prigent, inspector general de la secundaria de Oloron, que junto a su familia pudo observar el fenómeno desde la ventana de su departamento cuando se preparaban para almorzar. Los Prigent dijeron haber observado un cilindro angosto, aparentemente inclinado en 45 grados, moviéndose lentamente hacia el sudoeste, a una altura estimada de dos a tres kilómetros. “El objeto era blanco, opaco y muy definido. Una especie de penacho de humo blanco escapaba de su extremo superior. A cierta distancia frente al cilindro, alrededor de otros 30 objetos seguían la misma trayectoria. A ojo desnudo, parecían bolas de humo, pero al observar con pequeños binoculares pude distinguir una esfera roja central, rodeada de una especie de anillo amarillo inclinado… Estos ‘platos’ se movían en par, siguiendo una trayectoria quebrada, que se caracterizaba en general por rápidos y cortos zigzags. Cuando dos platos se alejaban uno del otro, se producía un rayo blanco entre ellos, como un arco eléctrico”, relata el señor Prigent, citado por Michel(22). “Todos estos extraños objetos dejaron una abundante estela, que empezó a caer al suelo en la medida en que se iba dispersando. Durante varias horas, montones de ese material estuvieron colgados de los árboles, del tendido eléctrico y sobre los techos de las casas”, agrega el testigo. A diferencia de Fátima, en que los “pétalos de rosa” desaparecían al llegar al suelo, en este caso los testigos pudieron examinar puñados del material. Según Michel, las fibras se asemejaban a la lana o al nylon. Cuando se las convertía en una bola, se volvían gelatinosas rápidamente, tras lo cual se evaporaban en el aire y desaparecían. Otros testigos citados por Michel dijeron que al prendérseles fuego, las fibras se quemaban como el papel celofán.
Cerca de las 17:00 horas del 27 de octubre de 1952, el fenómeno volvió a repetirse sobre los cielos de Gaillac. A esa hora, la señora Daures salió a su corral, alertada por el ruidoso alboroto que estaban haciendo sus gallinas. Al levantar la vista al cielo vio lo mismo que habían observado los habitantes de Oloro diez días antes. Inmediatamente, la señora Daures llamó a su hijo y a tres vecinos. Según Michel, otros habitantes de Gaillac también se habían percatado del fenómeno, que fue observado por un total de “cerca de cien testigos conocidos”(23). Las descripciones eran casi idénticas a lo visto en Oloron: un cilindro del que escapaba un penacho de humo, inclinado en 45 grados, viajando lentamente hacia el sudeste en medio de una veintena de “platos” que relucían al Sol y volaban de dos en dos en rápidos movimientos en zigzag. “La única diferencia (con lo visto en Oloron) es que en este caso algunos pares de platos ocasionalmente descendían bastante bajo, a una altura estimada por los testigos en unos 300 o 400 metros. El espectáculo duró cerca de 20 minutos, hasta que el cigarro y sus platos desaparecieron en el horizonte”, precisa Michel. Tras el paso de los objetos, montones de hilos blancos cayeron sobre Gaillac, y ese material exhibió las mismas propiedades que el recogido días antes en Oloron. Finalmente, Michel da cuenta de otros dos casos muy similares, pero en Estados Unidos. El primero ocurrió el 22 de octubre de 1954 en Jerome, Ohio, donde un objeto en forma de cigarro emitió un chorro de “cabellos de ángel” mientras sobrevolaba la zona, y el segundo tuvo lugar el 27 de octubre de 1955 en Whitsett, Carolina del Norte, donde varios testigos observaron grandes cantidades de “cabellos de ángel” cayendo al mismo tiempo que alrededor de diez objetos que parecían “resplandecientes bolas de acero” sobrevolaban el área.
La mujercita de El Salto
Pero no es necesario bucear por la casuística de otros países para encontrar episodios con características similares a las apariciones de Fátima. Existe un caso chileno que, por sus circunstancias y características, tiene un cierto parecido a las manifestaciones de Fátima, guardando las proporciones, claro está. Ocurrió el domingo 9 de noviembre de 1968 en el barrio capitalino de El Salto y sus protagonistas fueron las hermanas Afrodit y Eugenia Lovazzano El-Far, de 12 y 9 años, respectivamente.
Según lo publicado por El Mercurio(24) dos días después del suceso, a las 23:30 horas del domingo en cuestión, cuando se encontraban jugando en la puerta de su casa, las pequeñas vieron de pronto “una gran bola de fuego que venía de los cerros y que llegaba hasta frente a la puerta de su casa”. La primera en percatarse del fenómeno fue Afrodit, quien le avisó a su hermana. “Estaba en la puerta de la casa, con la bicicleta, cuando una luz roja se asomó en el cerro. Era como una estrella incandescente que brillaba con gran intensidad. Era una luz como gelatinosa que de roja se cambió en verde claro. Dentro de la bola había una mujercita que tenía una gran boca, la que movía mucho… No tenía sino esa boca que nos llamaba y unas orejas puntiagudas, como las de los duendes”, relató Afrodit a El Mercurio. Recuérdese que durante la aparición del 13 de septiembre de 1917, la Señora de Cova da Íria también se presentó en un “globo” o “esfera de luz”, que fue vista por varios testigos, y nótese que, al menos durante los primeros encuentros, Francisco sólo veía moverse los labios de la entidad, sin escuchar sus palabras, como parece haber ocurrido también en el caso de El Salto. Posteriormente, Afrodit y Eugenia afirmaron que “la mujercita” se acercó a Afrodit y que cuando la niña quiso huir, fue sujetada “por una especie de fuerza o ventosa” que le levantó la blusa y la sostuvo en el aire. Las niñas agregaron que “la fuerza” las soltó cuando llegaron a la puerta de la cocina, pero Afrodit quedó con dolor de oídos y en su cintura, donde sufrió rasguños, además de una afonía que aún la aquejaba cuando conversó con El Mercurio. El periódico logró determinar que otra niña de 12 años, Mónica Patricia Lagos, también vio la aparición, que describió como “una bola de fuego, como ‘una pompa iluminada’, que se movía para todos lados y (que) después desapareció como si hubiera estallado”.
Hace 90 años, en Fátima ocurrió algo extraordinario, sobrenatural, interpretado en términos religiosos. Los casos OVNI que cito en este artículo son sólo una muestra de miles de eventos similares que han ocurrido en todos los rincones del mundo y en todas las épocas, que comparten muchas de las características de lo sucedido en Cova da Íria, pero que no necesariamente han sido interpretados a través de un prisma religioso. Al mismo tiempo, este artículo es un llamado a investigar este tipo de fenómenos con una mentalidad abierta, sin juicios preconcebidos, para intentar llegar a comprender a la escurridiza inteligencia que parece estar detrás de muchas de estas manifestaciones.
1 Michael Hesemann, The Fatima Secret, Dell Publishing, Nueva York, 2000.
2 Íbid, página 49.
3 Íbid, páginas 55-56.
4 Jacques Vallée, El Colegio Invisible, Editorial Diana, México D.F., primera edición, abril de 1981, página 148.
5 Hesemann, op. cit., páginas 60-61.
6 Íbid, páginas 62-63.
7 Íbid, página 63.
8 Vallée, op. cit., página 148.
9 Hesemann, op. cit., páginas 69-70.
10 Vallée, op. cit., página 147.
11 Íbid, página 148.
12 Hesemann, op. cit., página 76.
13 Íbid, páginas 77-78.
14 Íbid, páginas 93-95.
15 Vallée, op. cit., página 144.
16 Antonio Ribera, Encuentros con Humanoides, Editorial Planeta, Barcelona, 1982, páginas 37-39.
17 Vallée, op. cit., páginas 144-145.
18 Jacques Vallée, Dimensions, Ballantine Books, Nueva York, cuarta edición, julio de 1992, página 178.
19 Hesemann identifica a esos niños como Francisco y Jacinta. Vallée sólo dice que Lúcia se encontraba junto a “dos de sus primos”. En todo caso, la participación de Lúcia es incuestionable.
20 Vallée, op. cit., página 179.
21 Aimé Michel, The Truth about Flying Saucers, Pyramid Books, Nueva York, segunda edición, marzo de 1974.
22 Michel, op. cit., páginas 153-159.
23 Íbid.
24 “Extraña Visión de Dos Niñas Causa Impresión en El Salto”, El Mercurio, martes 12 de noviembre de 1968. Mi más sincero agradecimiento a la señora Liliana Núñez Orellana, una esforzada y honesta investigadora chilena, que gentilmente me facilitó la información de prensa sobre este caso.
El congreso internacional de Enigmas y Misterios del Cosmos es uno de los eventos más esperados de Latinoamérica.
Se inició en Argentina en el año 2017 con el objetivo de ir más allá del clásico evento de ufología y abarcar los grandes enigmas. Por ello el lugar elegido es Capilla del Monte, el pintoresco pueblo de las sierras de Córdoba ubicado al pie del mítico cerro Uritorco.
En su edición inaugural, el congreso contó con dos “padrinos” de lujo, Fabio Zerpa y J.J. Benítez, dos auténticas leyendas de la investigación ovni que expresaron que habían participado de uno de los congresos más importantes de su vida profesional. Un elogio que tomamos con el compromiso de seguir caminando en la senda de la búsqueda y la divulgación. El objetivo es invitar a pensar, no a creer.
En esta tercera edición, orientada a la desclasificación ovni, el reporte de encuentros cercanos y las profecías de Chico Xavier y Benjamín Solari Parravicini que parecen dibujar los tiempos que vienen, contaremos con la participación de renombrados investigadores:
Ricardo González Corpancho. El reconocido testigo de contacto, investigador y escritor peruano, será el presentador de este congreso. Además, compartirá una conferencia con la últimas evidencias ovni y reportes de encuentros cercanos.
Jorge Luis Sucksdorf. Investigador y productor argentino de importantes documentales para History Channel, como Inexplicable Latinoamérica y Alienígenas Ancestrales. Sucksdorf desarrollará un tema inquietante: la posible visita de seres de otros mundos en tiempos remotos.
Gabriela Decall, investigadora argentina, una de las mayores especialistas en las profecías de Benjamín Solari Parravicini. En el congreso mostrará y analizará los inquietantes vaticinios del “Nostradamus de América” sobre el probable futuro de la humanidad.
Geraldo Lemos Neto, empresario brasilero que se transformó en el depositario de las profecías del famoso médium Chico Xavier, de quien fue íntimo amigo. Por primera vez en Argentina, Lemos Neto presentará el mensaje de advertencia de Chico Xavier y también sus propias experiencias sobre los tiempos que vienen.
Paola Leopizzi Harris, periodista y escritora ítalo-norteamericana, ex asistente del astrónomo estadounidense J. Allen Hynek, el “padre de la ufología”. Harris compartirá detalles inéditos de sus 45 años de dilatada investigación en el campo del fenómeno ovni, incluyendo casos de supuestas naves extraterrestres accidentadas antes del famoso incidente Roswell. Será homenajeada en el congreso por su trayectoria y legado.
Proyecciones de entrevistas exclusivas
Además de estas conferencias, se presentará en vídeo dos entrevistas inéditas que realizó Ricardo González Corpancho al periodista y escritor español J.J. Benítez y al astrónomo y ufólogo francés Jacques Vallée.
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Construida en 1946 bajo el período de Joseph Stalin, esta base aérea fue el sitio donde la Unión Soviética testeó misiles y bombarderos durante la Guerra Fría. Pero también hay teorías que hablan de la presencia de ovnis en sus hangares. ¿Qué secretos esconde este lugar? Guillermo Tupper.
El 20 de julio de 1969, Sergei Khrushchev (80) se encontraba en Chernóbil (Ucrania) cuando el Apolo 11 llegó a la luna. En aquella época la localidad no era famosa por su central nuclear, sino por sus bellas playas y bosques. Uno de los amigos de Khrushchev era un oficial de inteligencia que tenía un pequeño telescopio. “Miramos por el telescopio pero no vimos a ningún americano en la luna”, cuenta, entre risas. “(En los días posteriores) el ánimo en el programa espacial soviético era distinto. Por un lado, todos eran ingenieros y podían juzgar que otras personas habían hecho un gran trabajo. Pero, por el otro, estaban enojados, porque se preguntaban: ‘¿por qué ellos y no nosotros?’ Es parte de la naturaleza”.
Como hijo de Nikita Khrushchev —el Primer Secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética entre 1953 y 1964—, Sergei fue un testigo de primera fuente del auge y posterior caída de la Unión Soviética. Tras radicarse en Estados Unidos en 1991, ha escrito varios libros que testimonian el legado de su padre como “Nikita Khrushchev y la creación de un superpoder” (2000). “Lo amo porque es mi padre y también tengo una opinión muy alta de su rol como líder mundial”, admite. “Si eres el hijo de una personalidad así, tienes la publicidad y hay muchas restricciones. Te dicen ‘no debes hacer esto, no debes hacer esto otro. Recuerda que eres hijo de Khrushchev y debes comportarte de esta manera. De lo contrario, va a afectar su imagen’”.
A diferencia de su padre, Sergei no eligió una carrera política, sino que se dedicó a la ingeniería y posteriormente a la docencia (hasta su retiro, fue profesor de la Universidad Brown, en Estados Unidos). En su juventud, y tras egresar del Power Engineering Institute de Moscú, empezó a trabajar en la oficina de diseño de Vladímir Cheloméi —uno de los principales científicos e ingenieros de cohetes de la era soviética— como ingeniero en el departamento de sistemas de guía. En los años 50 y 60 participó en el programa soviético espacial y de misiles, lo que incluyó trabajos en la fabricación de misiles crucero para submarinos, vehículos lunares y el cohete “Protón”, un potente lanzador que, desde 1965, ha sido empleado para situar en órbita a distintos tipos de satélites.
Dada su experiencia, Khrushchev conoció de cerca Kapustin Yar, la base aérea rusa ubicada a unos 100 kilómetros de la antigua Stalingrado —actual Volgogrado— y que fue construida en el período de Joseph Stalin para desarrollar los primeros misiles balísticos, bombarderos de largo alcance y pruebas nucleares. A pesar de que este cosmódromo sigue activo, sus actividades siempre han estado rodeadas de misterio. “(En Kapustin Yar) empezamos a desarrollar los misiles de crucero”, afirma Khrushchev. “¿Por qué es un lugar secreto? Porque todos los lugares de estas características tienen esa categoría. En Estados Unidos tenían distintas locaciones secretas donde testeaban misiles y en la URSS era lo mismo. ¿Cómo podían ser abiertos si cada departamento de inteligencia trataba de hacer lo más difícil posible la recolección de información por parte del adversario?”.
El secretismo en torno a Kapustin Yar ha sido el caldo de cultivo para ufólogos y fanáticos de las conspiraciones, quienes teorizan acerca de la presencia de ovnis en el subterráneo de la base. Según cuenta el mito, el primero de ellos habría sido derribado en 1948, un año después del famoso caso Roswell, tras una batalla aérea con un caza soviético. Si bien la historia no tiene ningún asidero, los supuestos avistamientos de naves alienígenas durante la carrera espacial han inspirado incontables libros y programas e ciencia ficción. Una de las fuentes recurrentes es la cosmonauta rusa Marina Popovich, quien asegura haber visto objetos desconocidos en sus expediciones y hasta escribió un libro sobre el tema (“Glasnost Ovni” del 2003).
“Hubo muchos casos de encuentros aéreos con ovnis en el cielo sobre Kapustin Yar”, señala Mikhail Gershtein, ex presidente de la Comisión OVNI de la Sociedad Geográfica Rusa. “Uno de estos casos fue incluido en el llamado ‘Expediente azul’, el dossier ovni de la KGB que fue revelado en 1991, justo después del colapso de la Unión Soviética. En la noche del 28-29 de julio de 1989, objetos desconocidos con forma de disco fueron reportados por personal de la armada soviética en un depósito de armas y otra base militar del distrito. Tenían entre 2 y 5 metros de diámetro, con una media esfera en la parte superior, que se iluminaba brillantemente. El comando llamó a un avión caza, pero este era incapaz de verlo en detalle, porque el ovni no permitió que la aeronave se acercara a él”.
Las tensiones de la Guerra Fría
En los albores de la Guerra Fría, la Unión Soviética se enfrentó a una disyuntiva nada sencilla. Por un lado, necesitaban invertir en armamento para contener una posible agresión de los Estados Unidos. Por el otro, no podían igualar la inversión de los norteamericanos porque su economía era tres veces más pequeña. “Mi padre dijo que teníamos que encontrar puntos críticos que nos dieran la posibilidad de contrarrestarlos y, al mismo tiempo, sacar adelante nuestras prioridades como la agricultura e invertir en los programas de vivienda”, relata Sergei Khrushchev. “Después de una conversación con un experto, él (Nikita Khrushchev) llegó a la conclusión de que, si teníamos misiles intercontinentales que pudiesen atacar su territorio, ellos nunca nos atacarían y nosotros no tendríamos que invertir en una fuerza aérea o una marina de guerra”.
Sobre el final de la Segunda Guerra Mundial, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética se apoderaron la avanzada tecnología de cohetes diseñada por los nazis. Cada uno se lanzó en una carrera para entender cómo funcionaba esta tecnología y cómo, a partir de ella, podían manufacturar y desplegar sus propios cohetes. Mientras los norteamericanos y británicos hicieron sus pruebas en localidades como White Sands Missile Range —una enorme instalación militar ubicada al sur de Nuevo México—, sus rivales hicieron lo propio en Kapustin Yar, una base construida en 1946 en el extremo norte de la región de Astracán.
“Decidieron construir (la base) ahí porque era un área muy poco poblada”, señala Khrushchev. “En un comienzo, exploraron algunos lugares de Ucrania, incluso en Crimea, pero luego se dieron cuenta de que tendrían que relocalizar muchos pueblos. En cambio, aquí tenías desierto, tenías los aviones y no había nadie”.
En ambos países, el punto de partida para desarrollar la tecnología de misiles fue el V-2, el primer misil balístico guiado de largo alcance fabricado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Tras el final del conflicto, varios ingenieros alemanes fueron reclutados por las dos potencias de la Guerra Fría. “Los estadounidenses llevaron a su país más científicos e ingenieros, incluyendo a Wernher von Braun, y también tenían doscientos o trescientos misiles totalmente ensamblados que empezaron a testear”, relata Khrushchev. “La Unión Soviética no era tan así, solo tenía un grupo de ingenieros de segunda y tercera categoría que podían ayudar y apenas una parte de esos misiles se podían ensamblar. La fuerza líder en el desarrollo de misiles en Estados Unidos eran diseñadores alemanes. En la URSS, el guía era Serguéi Koroliov, que empezó a trabajar en la tecnología de misiles justo antes de la Segunda Guerra Mundial”.
Los misiles de crucero
Conocido mundialmente por diseñar el misil R-7 —el mismo que lanzó al Sputnik 1, el primer satélite artificial ruso— Koroliov fue una figura clave en el programa espacial y de misiles soviético. Sin embargo, él competía con otros diseñadores que diferían en sus métodos y tipos de propulsores. Uno de ellos era Mikhail Yangel: mientras Koroliov usaba el oxígeno y queroseno, Yangel optó por el ácido nítrico para fabricar misiles como el SS-4 y el R-14, el que fue estacionado en Cuba durante la “Crisis de los misiles”. Otro miembro ilustre del club era el ya mencionado Cheloméi, quien diseñó misiles de crucero y, posteriormente, misiles balísticos como el UR-100.
En medio de las crecientes tensiones de la guerra, los misiles de crucero con cabezas nucleares fueron vistos por los rusos como el arma de cabecera para atacar a los grupos de batalla de los portaaviones estadounidenses. “Fue una decisión revolucionaria y, en esa época, los rusos estaban 15 años adelantados a Estados Unidos”, postula Khrushchev. “Ellos solo alcanzaron el mismo nivel de tecnología en los años 70, con el Tomahawk. Pero esto fue en los años 50”.
Con varios científicos compitiendo el uno con el otro, Kapustin Yar se convirtió en un escenario recurrente para el lanzamiento de cohetes de prueba. Esta localidad no tardó en llamar la atención de la inteligencia estadounidense y británica. “Ellos (los estadounidenses) enviaban aviones de reconocimiento —como el U2— para intentar descifrar qué estaban haciendo”, señala Tim Brown, miembro senior de GlobalSecurity.org, un sitio especializado en la interpretación de imágenes áreas y satélites. “También usaban satélites de reconocimiento como el KH-4 Corona para monitorear lo que estaba pasando”.
Al comienzo, Khrushchev reconoce que no había una confianza real entre su padre y John Kennedy. Esta solo mejoró después de la Crisis de los Misiles en Cuba y la firma del Tratado de Prohibición Parcial de Pruebas Nucleares. En agosto de 1963, durante una cita con el embajador soviético, el presidente estadounidense sugirió la idea de unir fuerzas para hacer una expedición conjunta a la luna entre ambos países. “Mi padre respondió que sí. Ambos empezaron a pensar en esta idea pero, en octubre de ese año, Kennedy fue asesinado”, relata Khrushchev. “Los dos defendían los intereses de sus pueblos, pero sabían que debían trabajar juntos y prevenir la guerra. Creo que, si Kennedy no hubiese muerto y Khrushchev no hubiese sido removido del poder en 1963, hubiesen contribuido a poner fin a la Guerra Fría no en los años 80, sino que en los 60”.
El Roswell ruso
La leyenda dice así: el 19 de junio de 1948 —menos de un año después del incidente de Roswell— un piloto que sobrevolaba la base de Kapustin Yar avistó un objeto plateado desconocido con forma de cigarro. Tras recibir órdenes de la torre de control, el piloto disparó un misil que logró derribar a la nave. “Los equipos de recuperación soviéticos rápidamente recogieron los restos y los llevaron a la instalación subterránea en Kapustin Yar, que fue nombrada irónicamente Zhitkur, al igual que la antigua ciudad ubicada no muy lejos de la base”, asegura el ufólogo Philip Mantle, co-autor del libro “El incidente Roswell de Rusia”.
No sería todo: en los años siguientes, Kapustin Yar habría recibido a más platillos voladores caídos o capturados a lo largo del territorio ruso. Según cuentan algunos adictos de las conspiraciones, estos hangares albergan, al menos, cinco naves no identificadas que han sido examinadas por importantes científicos. Otros teorizan que la investigación de esta tecnología alienígena habría ayudado a los soviéticos a sacar ventaja en los primeros años de la carrera espacial.
“Esa historia es casi una falsedad pura”, dice el ufólogo ruso Mikhail Gershtein. “Los rumores acerca de un centro de investigación OVNI en Kapustin Yar fueron difundidos por algunos de los llamados ‘clarividentes’ de Crimea. Pero hay un pequeño grano de verdad: en los años 80, se estableció en Kapustin Yar un proyecto de baja prioridad para el monitoreo de ovnis llamado ‘Circle’ (en español, ‘Círculo’). Fue cerrado antes del colapso de la Unión Soviética con resultados poco convincentes”.
La teoría sobre la presencia de naves alienígenas también es desmentida de plano por Khrushchev. “Los ovnis forman parte de todo este misterio y mitología. Hubo muchos rumores en la época de la Unión Soviética, pero nunca hubo evidencia de la presencia de ellos en cielos rusos”, señala. “Por supuesto que la inteligencia soviética y la Fuerza Aérea tomaron nota acerca del tema y tenían su propio departamento donde trataban de rastrear objetos voladores. Pero no encontraron nada, excepto globos y aviones espías estadounidenses”.
Cuando se habla de explosiones atómicas es ineludible referirse al tristemente célebre episodio de Hiroshima y Nagasaki a finales de la Segunda Guerra Mundial. ¿Pero que dirían ustedes si les digo que ésa no fue ni por cerca la primera explosión de esas características ni la más poderosa? ¿Imposible? No tanto, primero iremos a los albores de la historia de la humanidad para retornar a principios del siglo pasado, durante ese viaje veremos que no es tan imposible como parece.
La primera parada de nuestro viaje nos deposita en la India donde sus libros sagrados, los Vedas, en especial el MahaBhárata, nos hablan de máquinas volantes (Vimanas) que tenían la forma de una esfera y navegaban por los aires. Se nos dice que Cukra, a bordo de su Vimana lanzó sobre una ciudad un único proyectil cargado con la potencia de todo el universo. Una humareda resplandeciente, semejante a diez mil soles se elevó en todo su esplendor, se levantó un viento terrible, la naturaleza enloqueció y el sol giró sobre sí mismo. Cuando el viento disipó la humareda se vieron millares de cuerpos calcinados por el rayo terrible. Este “rayo terrible” aparece como el “Arma de Brahma”.
Hoy en día se considera que las ruinas de la antigua ciudad India de Mohenjo-Daro podrían estar relacionadas con estos relatos. Esta ciudad desapareció hace 3.500 años como producto de una gigantesca explosión con una luz cegadora. Los especialistas que estudian las ruinas no se explican como pudieron ser destruidos de un modo tan devastador todos los edificios en un área de más de un kilómetro de diámetro, además de la radiación existente en la zona. Robert Oppenheimer, también conocido como “el padre de la bomba atómica”, dijo respecto de la detonación de la bomba atómica sobre Hiroshima: “Esta ha sido la primera explosión atómica ocurrida en los tiempos modernos. La anterior aconteció hace miles de años en el valle del Indo”.
La siguiente parada en nuestro recorrido nos ubica en el capítulo 18 del Génesis, en el cual Yahvé revela a Abraham que destruirá Sodoma y Gomorra por medio de fuego y azufre, solo Lot (sacerdote de Melquisedec) y su familia podían ser salvados. Antes de escapar los ángeles instruyeron a Lot que pasara lo que pasara no se volteasen a mirar puesto que quién lo hiciese se convertiría en sal. Por supuesto Dios envió lluvia de fuego y azufre que incineró por completo las ciudades con sus habitantes, y en la huida la mujer de Lot se dió vuelta para mirar y se convirtió en sal. En Deuteronomio 23:29 se señala que conjuntamente con estas ciudades, también se destruyeron Adma y Zeboim. ¿Otro Hiroshima? Lo que uno lee da para pensar.
Y finalmente nuestra travesía termina en la meseta de Tunguska, Siberia, Rusia. Esta región recibe su nombre del río que la atraviesa: el Podkamennaya Tunguska (“Tunguska bajo las Piedras”) de 1.865 km de longitud. El Tunguska desagua sobre la margen derecha del río Yenisei, y debe su nombre a que en dilatadas zonas de su recorrido corre bajo cantidades de cantos rodados, sin mostrar aguas abiertas. A las 7:17 de la mañana del 30 de junio de 1908 la zona fue testigo de una las más grandes explosiones que registra la historia de la humanidad. Los testigos observaron una gran columna de fuego azulado, casi tan brillante como el sol, que se desplazaba rápidamente a través del cielo.
Los sismógrafos de la época realizaron mediciones que son completamente indistinguibles de las producidas por una bomba nuclear y la devastación estuvo acorde: en un círculo de 30 kilómetros los árboles habían sido derribados como “palitos de fósforos” y el calor había fundido objetos metálicos, destruidos almacenes y reducido a cenizas a manadas enteras de renos. Dado que la zona era ocupada principalmente por pastores y por personas dedicadas a la actividad forestal nunca se pudo determinar un número fehaciente de víctimas tantos humanas como animales. Y la convulsionada realidad Rusa de principios del siglo XX hizo pasar prácticamente inadvertida la catástrofe y sus causas nunca fueron investigadas.
Recién en el año 1922 el mineralólogo Leonid Alekséievich Kulik se interesó por encontrar respuestas para lo sucedido en Tunguska. En febrero de ese año arriba a la zona encontrando señales de devastación total, recogió testimonios de los nómades tunguses, algunos de los cuales habían sido derribados de sus caballos a 600 kilómetros del sitio central, que manifestaban haber visto una monstruosa nube en forma de hongo elevándose desde de los bosques de Tunguska. En días sucesivos fue tal la cantidad de polvo en la atmósfera que los cielos nocturnos resplandecieron tanto que era posible leer en las noches sin luna. Las noches en Inglaterra y Bélgica se iluminaban con una brillante luz rosada, mientras que en Alemania era verdosa. La luminosidad del cielo nocturno confundió a los animales escoceses durante días: las ovejas y los pájaros se levantaban a medianoche, convencidos de que había amanecido. En las calles de Moscú los fotógrafos sacaban fotos nocturnas sin utilizar sus flashes de magnesio, y los ingleses jugaban partidos de golf a las 4 de la madrugada sin ningún tipo de iluminación artificial.
Muchas fueron y son las teorías de qué pudo haber provocado semejante devastación. Encontraremos tal diversidad que algunas parecerán muy fantásticas y no me refiero a la que aluden a un ovni precisamente. Muchas teorías parecen confirmar que la explosión ocurrió antes de que el objeto impactara contra la superficie, estallando en millones de pequeños fragmentos en la atmósfera superior, provocando una onda expansiva a nivel del suelo que sería la responsable de la destrucción observada.
Ahora repasemos las hipótesis que se han manejado a los largo de estos más de cien años: El impacto de un OVNI: se especula con la explosión de la nave durante una operación de aprovisionamiento de agua del lago Baikal (que posee el mayor volumen de agua dulce del planeta), pero de igual manera se ha desestimado dada la falta de fragmentos en la zona del desastre. Colisión con un agujero negro errante: teoría descartada debido a que no se ha producido explosión alguna en las antípodas al salir dicho agujero por el lado opuesto del planeta. Una tormenta magnética: producidas en el seno de una explosión termonuclear mayor. Se descarta ya que para que una tormenta provocara tal destrucción se habría necesitado una detonación nuclear capaz de haber arrasado media Rusia. El paso de un cometa: teoría aceptada por varios astrónomos que dice que un cometa, en su paso por la atmósfera, provocó una fisión de hidrógeno, gracias a la fricción y la comprensión, generando una bomba H natural.
Pero sin lugar a dudas la teoría más “llamativa” es la de los dos notables científicos rusos Genrij Altov y Valentina Churavleva, quienes publicaron su investigación en la revista científica Zvezda. En la misma anunciaron que un planeta de la constelación del Cisne ha enviado por lo menos tres veces (en los años, 1882, 1894 y 1908) a la Tierra poderosas señales, verdaderas invitaciones a comunicarse con los habitantes de aquel planeta. Este planeta se encuentra a once años luz de la tierra. Su existencia ha sido establecida hace algunos años al comprobarse los efectos de su gravitación sobre la órbita de una de las estrellas de la constelación del Cisne. La última de estas señales, la caída de un meteorito en Siberia, en 1908, habría sido la respuesta de este planeta a lo que tomó por una señal de la Tierra, es decir, una de las más violentas erupciones volcánicas: la de la Isla Krakatoa, en Indonesia, el 27 de agosto de 1883. Esta erupción habría sido tomada como respuesta a la primera señal del año 1882. Los científicos rusos creen que son una raza de “seres altamente evolucionados” que viven en un planeta de la estrella número 61 de la constelación del Cisne, que creyeron haberse encontrado con una raza tan evolucionada como la suya. Lo que fue una de las peores catástrofes del siglo pasado (se registraron en ella 36.000 víctimas) les pareció, con su gigantesco resplandor, como una señal voluntaria.
Como vemos las teorías son muchas pero ninguna ha podido explicar que sucedió hace más de cien años en Tunguska, no fue tampoco la primera explosión de este tipo pero sí la más cercana y en un momento donde, teóricamente, no teníamos esa clase de poder destructivo. El misterio permanece hace más de un siglo y por lo visto la verdad de lo que realmente sucedió permanecerá esquiva por mucho tiempo más.
Extracto del libro “How Does One Speak to a Ball of Light” de Paola Harris. Entrevista a Al Bielek, Laughlin, Nevada. Marzo de 2005.
Paola: ¿Que era el Proyecto Montauk?
Bielek: Era un proyecto que apareció entre los años 1975 y 1983. Colapsó y fue restaurado en 1987. Los científicos alemanes, que vinieron bajo la Operación Paperclip, lo dirigían. Trabajaron durante 20 años en los Laboratorios Nacionales Brookhaven hasta que fueron echados en 1967. Mientras buscaban un nuevo hogar escucharon respecto del proyecto y hacia allí fueron. En ese momento todavía era operado por la Fuerza Aérea Americana. Que investigaba el proyecto de radar SAGE: el radar Over-the-Horizon (OTH) (sobre el horizonte). Cuando pasaron la etapa de testeo y estaban por cerrar el proyecto, los alemanes se enteraron de ello. Los científicos alemanes dijeron: “Queremos seguir investigando. Queremos mostrarles como hacer las cosas, como ganar la próxima guerra con solo apretar un botón.” Los militares estaban muy interesados. Entonces los cientificos se instalaron, los militares se fueron, y estuvieron ahí desde 1968 hasta 1983, luego volvieron al trabajo en 1987 hasta que en 1991 la Fuerza Aérea se hizo cargo. Los militares estaban preocupados por el problema del cometa Hale-Bopp, ya sabían de él aún antes que los doctores Hale y Bopp. El proyecto de la Fuerza Aérea (Sky Pebbles) se cerró en 1998 y la Marina tomó el mando en el verano del mismo año y todavía están ahí, bajo tierra. Vaciaron la mayoría de los edificios viejos con la excepción de la torre del radar, limpiaron todo y hoy es un parque. Entonces Mountauk Point en la superficie es un parque. Y bajo tierra sigue siendo una base militar, usada por la Marina, y nadie sabe para qué, y nadie que yo conozca tiene conocimiento de lo que estuvieron haciendo y porque siguen ahí hoy en día. Un grupo de civiles trabaja con ellos y tiene su propio vecindario separado del resto.
Paola: ¿El Proyecto Montauk tenía que ver con los viajes en el tiempo, verdad?
Bielek: Tenía que ver con viajes en el tiempo y control mental. Los muchachos de Montauk fueron sacados de ahí y trasladados a otra base oculta, todo conectado con cada gran ciudad en los Estados Unidos y con las mayores ciudades de Europa.
Paola: Sabes que debo preguntarte esto. ¿Cómo estás al tanto de esta información? ¿Cómo te enteraste?
Bielek: Porque era parte del Proyecto Montauk y formé parte del Experimento Filadelfia. Trabajé para el Proyecto Montauk por varios años, como civil. Originalmente, a través de sistema SAGE, pusieron 28 torres de radar en toda la perisferia de los EE.UU., al pasar a la segunda fase, que era un sistema de alta potencia (Proyecto Bemus) podían detectar un misil disparado en Rusia apenas dejaba el suelo. La torre de Long Island permaneció completamente operativa después que los militares cedieran el lugar a los científicos alemanes. Fue hecha en conjunto con un grupo de aliens que los EE.UU. dijeron que iban a ser parte del proyecto para desarrollar un tunel del tiempo. En ese momento sabíamos como viajar en el tiempo pero no sabíamos como hacer un agujero de gusano.
Paola: ¿En qué año fue eso?
Bielek: Montauk comenzó a ser operacional bajo el control alemán, aproximadamente en 1970 y a ser efectiva desde 1976 hasta 1983.
Paola: Tengo que preguntar respecto de la participación alien. ¿Sabe como se involucraron o usted estaba en contacto con aliens?
Bielek: Montauk Point fue llamado así porque originalmente los Indios Montauk vivían allí. Fueron echados por el Gobierno Americano alrededor del año 1900. Las pirámides fueron demolidas, entiendo que había pirámides allí. Creo que hay alguna personas en la isla que tienen fotos de esto, pero yo no las he visto.
Paola: ¿Ha visto a los aliens?
Bielek: Sí, en Montauk.
Paola: ¿Cómo eran ellos? ¿Tipo humanoide?
Bielek: No. Era una mezcla entre humanoides y demás tipos, incluído un Draconiano, que estaba al mando.
Paola: Un Draconiano. ¿Es un tipo reptiliano?
Bielek: Una particular especie de alien que miden más de dos metros. Algunos son alados, otros no. Son muy pesados, un poco más de 200 kilos. Son muy inteligentes y el que estaba allí estaba al mando sobre otros aliens. Se aparecieron en la cubierta del Eldridge en 1943, cuando creamos un agujero a través de la tela del espacio-tiempo, y pasaron a formar parte colaborando con tecnología para viajes en el tiempo. Ellos dijeron: “Les podemos mostrar como crear este agujero de gusano.”
Paola: ¿Me estás diciendo que los aliens participaban creando tecnología para viajes en el tiempo? ¿De que manera?
Bielek: Puedes hacerlo simultáneamente. Puedes construir el equipamiento. “Les vamos a mostrar qué construir y cómo construírlo.”
Paola: ¿Cual sería el beneficio de ellos en enseñarnos a construir equipos para viajar en el tiempo? ¿Que sacarían ellos de esto?
Bielek: Lo que sacan ellos de todo esto es lo que le dijeron al gobierno: “Tenemos nuestra propia agenda. Queremos usar la estación cuando trabaje apropiadamente. Queremos usarla para nuestra propia agenda.” El gobierno estuvo deacuerdo. Lo de “nuestra agenda” ocurrió el 12 de agosto de 1983, cuando se encerraron con el Eldridge, o el barco que ellos llamaban Eldridge y, el 12 de agosto de 1943 abrieron un agujero en el espacio-tiempo de 40 años, por el cual dejaron pasar a sus grandes naves, las cuales estaban en guerra con alguien más y querían poder pasar a nuestro universo.
Paola: Entonces fue como hacer un agujero en una dimensión para que puedan atravesarla. ¿Esto es parte del Experimento Filadelfia u otro experimento derivado? ¿Ellos sabían lo que iban a hacer?
Bielek: Ellos sabían lo que hacían y lo hicieron deliberadamente porque atrasaron el segundo test del Experimento Filadelfia hasta el 12 de agosto de 1943 (el primero había sido el 22 de julio de 1943). Tenía que ser en esa fecha porque la Tierra tiene su propio biorritmo, como el biorrtimo humano. La tierra tiene su pico el 12 de agosto cada 20 años, con diferencia de más o menos medio día. Así es, los años 1943, 1963, 1983, 2003, 2023 tienen un efecto sincronizador en ciertos acontecimientos y en ciertos asuntos. En el caso del 12 de agosto de 1983 nosotros estabamos llevando a cabo experimentos, ellos estaban trabajando en el Proyecto Montauk. Los dos experimentos sincronizados. Esto fue hecho muy deliberadamente, no solo para empujar al Eldridge al Hiperespacio, sino para producir un tipo de efecto agujero de gusano, para causar una larga brecha en el espacio-tiempo suficiente para que puedan atravesar las naves alienígenas.
Paola: Ok. ¿Usted dijo “naves alienígenas”, entonces hay diferentes naves alienígenas y distintos tipos de aliens que quieren atravesar ese agujero?
Bielek: Es probable.
Paola: ¿Sabe que aliens lo atravesaron? ¿Sabe quienes estaban en guerra?
Bielek: No lo sé. Posiblemente el gobierno lo sepa.
Paola: ¿Y esta información le llegó porque supuestamente usted era parte de ese proyecto?
Bielek: Sí. Encontramos algunos datos perdidos después. Nosotros saltamos del barco, y terminamos en 1983, en el territorio de Montauk, y fuimos llevamos a un encuentro con John Von Neumann y otras personas, nos dijeron que estaba pasando. Ellos mismo no sabían que la conexión alienígena provocó la brecha en el espacio-tiempo, pero sabían que los dos experimentos estaban unidos. Von Neumann nos dijo que debíamos volver al barco y destruir el equipo para que pueda volver a su punto de origen. Nosotros le dijimos: “No sabemos como llegar allí. ¿Cómo nos van a enviar a la cubierta del Eldridge? Ellos dijeron: “No hay problema. Podemos controlar el espacio-tiempo. Podemos mandarlos adonde querramos.”
Paola: ¿El gobierno dijo eso?
Bielek: No. John Von Neumann lo dijo. Y lo hicieron. Nos enviaron a través de un agujero de gusano a la cubierta del Eldridge.
Paola: ¿Los enviaron a través de un agujero de gusano?
Bielek: Sí, a Duncan y a mí.
Paola: ¿Cómo se siente? ¿Es estar aquí en un minuto y desaparecer en el siguientte?
Bielek: Bueno, sabíamos que éramos propulsados a través de algo. Hay una sensación leve cuando se atraviesa el espacio – tiempo. En el primer viaje uno puede sentir náuseas y después de eso uno puede acostumbrarse.
Paola: ¿Estuvo mareado y con náuseas? ¿Así es viajar?
Bielek: Tuvimos un poco de náuseas, no como la primera vez, pero, de cualquier manera, volvimos y destruímos el equipo como nos dijeron y el barco retornó a 1943 y vimos el problema de los marineros enterrados en el acero de la cubierta y los mamparos. Duncan, al ver esto, se dirijió hacia la baranda, saltó y desapareció. Volvió a Montauk en los 80, trabajó ahí y tuvo algunos problemas. Pero eso estaba en los archivos que leímos después. Después de volver a mi tiempo, ya sin Duncan, pasé a formar parte del Proyecto Montauk. Mucho tiempo después cambiaron mi identidad de Ed Cameron a Al Bielek y así figuré en Montauk.
Paola: En otras palabras Al Bielek era Ed Cameron. ¿No podría ser al revés?
Bielek: Los dos son la misma persona. En 1953 la Marina se cansó de mí y buscaba una manera de deshacerse de mí sin tener que matarme porque sabían que podría causar enormes reacciones y problemas en términos de espacio-tiempo; ellos temían que, dado que había viajado mucho en el tiempo, se produjera un colapso en la continuidad espacio-tiempo en los lugares en los cuales había estado. Entonces idearon un plan para para regresarme en mi edad, con todos mis recuerdos borrados. Me regresaron como un niño de nueve meses y me enviaron con otra familia en el pasado, en 1927, que eran los Bielek y esos fueron los únicos padres que conocí por años.
Paola: ¡Eso es sorprendente! ¿En que fecha diría usted que el gobierno trabajaba con el viaje en el tiempo?
Bielek: 1938
Paola: Junto con los nazis. ¿Correcto?
Bielek: Los Nazis también trabajaban en ello pero nunca terminaron de resolver los problemas. Los pudieron resolver una vez que fueron traídos de Alemania, al final de la Segunda Guerra Mundial, a Estados Unidos mediante la Operación Paperclip.
Paola: Los muchachos de Paperclip hicieron un montón de cosas, pero el Coronel Phillip Corso tenía la sensación que los aliens de Roswell venían del futuro, a advertirnos sobre el poder nuclear, y creía que eran viajeros del tiempo. Me dijo, “¡Paola, descubrimos la Máquina del Tiempo!” Pero nunca supe de qué estaba hablando. Pero nos trajo material sobre el Experimento Filadelfia. ¿Existió alguna ocasión donde se cambió la continuidad espacio-tiempo y la historia fué cambiada?
Bielek: Sí.
Paola: ¿Donde habría ocurrido?
Bielek: Pienso en dos momentos. El primero: La historia dice que el Sur perdió la Guerra Civil y no es así; ganaron! Eso fue cambiado después a través del proyecto Montauk, o uno distinto, no estoy seguro. Pero ellos regresan y cambian la historia deliberadamente porque me he cruzado con personas que recuerdan el hecho de que el Sur ganó la Guerra Civil y algunos libros de textos decían eso, los sureños creían eso, inclusive cuando yo estaba en la secundaria. El segundo: ¿Que tan bien recuerdas la Alemania Nazi, la esvástica? ¿En tu memoria, hacia que lugar aparenta rotar?
Paola: ¿Hacia la derecha?
Bielek: Siempre apuntó hacia la izquierda. Ese fue el símbolo nazi por años. Era un símbolo sagrado para ciertos hindúes, a los cuales no les gustó la situación. Se quejaron airadamente. Fue adoptada por la jeraquía Nazi y apuntando hacia la izquierda. Ahora apunta hacia la derecha, lo ví por televisión y no lo podía creer, porque de repente apuntaba hacia la derecha. Los libros de texto habían cambiado, los monumentos y cualquier cosa con la esvástica Nazi, de repente apuntaban hacia la derecha. Cambió todo, incluso simbolicamente.
Paola: El Coronel Corso dijo que ciertos eventos habían sido cambiados en el tiempo y que vivíamos en una línea de tiempo alterada.
Bielek: Nos manejamos y vivimos en, lo que podríamos decir, una línea de tiempo. El tiempo es actualmente un círculo cerrado, es un círculo gigante. Si avanzas lo suficientemente lejos en el tiempo terminarás cruzandote con el pasado porque hay un link de conexión, por decirlo de una manera. No puedo describirlo como algo físico en el espacio, pero en términos del tiempo, es un enorme círculo. No sé que cantidad de años implicaría esto, pero eventualmente llegarás al punto de cruce, más o menos el punto infinito, como se le llama, y estás en el pasado, un pasado muy antiguo en la historia galáctica, y si sigues avanzando llegarás a nuestro tiempo presente. Esto puede ser navegado con el equipo apropiado para viajes en el tiempo. Puedes ir hacia adelante o hacia atrás. Algunos científicos hoy en día dicen que el viaje en el tiempo hacia adelante es posible pero no si es hacia atrás. ¡Esto es un sin sentido! Si observas correctamente las ecuaciones verás que se puede ir para ambos lados.
Paola: ¿Lo que le pregunté específicamente, más allá de la esvástica es si hubo alguna ocasión como la muerte de Kennedy donde él está vivo y no fue asesinado o si alguna persona está aquí y no debería estarlo?
Bielek: Específicamente no. Pero creo que ha sucedido algo por el estilo.
Paola: Lo que dijo el Coronel Corso es: “Ellos vinieron una vez, en el Incidente Roswell”.
Bielek: Hubieron dos naves involucradas y una desaparecida, debido al sistema de radar que estabamos desarrollando y que interfería con sus sistemas de navegación.
Paola: Pero Corso dijo que vió la nave diez años después, en 1957, en un encuentro en “Red Canyon”. ¿Cuál es el beneficio de tener tecnología para viajar en el tiempo?
Bielek: Es una muy buena pregunta. No sé si hay algún real beneficio.
Paola: ¡Pero debe haberlo, sino no lo harían!
Bielek: Es un juguete para ciertos grupos del gobierno porque pueden usarlo para viajar en el tiempo y cambiar la historia. Esa es la principal razón de su uso. Por supuesto, otros viajeros del futuro han venido a nuestro tiempo y en particular “Los Alcaides”, provenientes del siglo 28, han contribuído con tecnología. La premisa es que una raza de robots vendrán a apoderarse de la Tierra (del grupo de galaxias M51). Basicamente, si los científicos pueden encontrar ese punto en el tiempo antes de que esta raza descubra la Tierra podrán camuflar el planeta y la nave pasará de largo sin verla.
Paola: Usted dijo que el beneficio es poder cambiar la historia. ¿Pero no sería riesgoso abrir otro agujero en el espacio y crear una situación que podría beneficiar a los aliens? ¿No utilizan ellos los agujeros de gusano para viajar a otras realidades?
Bielek: Eso es posible. Si los aliens que vengan son expertos en el tema espacio-tiempo, sí, podrían reacomodar parte de nuestra historia y hacerla más ventajosa para ellos. No sé que razas de aliens tienen tecnología para viajar en el tiempo, pero sí sé que los Pleyadianos tienen. Nosotros creamos agujeros de gusano con el proyecto Montauk pero los antiguos ya tenían agujeros de gusanos, llamados “stargates” (puerta a las estrellas). Todo esto es posible.